Extraño mal afecta al ganado en Misiones

lunes, 10 de febrero de 2014
El extraño mal que afecta al ganado en cada vez más campos de varias colonias de los municipios de Concepción y Apóstoles, Azara y Tres Capones, hace crecer la preocupación entre los colonos que siguen sin saber qué es lo que sucede con sus animales y ya afirman que las cabezas perdidas en poco menos de dos años ascienden a más 1.000.

La semana pasada fue cuando vecinos, alertados por la situación poco conocida en el resto de la provincia, se organizaron y relataron a la prensa la misteriosa mortandad que se da en vacas lecheras, novillos y terneros. A todos sin razón, les empezó a caer como una maldición y si bien en muchos casos coinciden los síntomas del mal, se suman casos más extraños, como los nacimientos de animales ciegos e incluso deformes.

Funcionarios y veterinarios de la región habían adelantado a los colonos y también a la prensa que de acuerdo a los resultados de las muestras que recibieron en las últimas semanas, provenientes de tres lugares distintos, se puede suponer que las muertes de las vacas se produjeron por una intoxicación irreversible y que una planta, denominada en la zona como María Mola, sería la causa aparente.
Pero esa suposición hizo y hace enojar aun más a los colonos, quienes aseguraron ayer nuevamente a El Territorio que “el ganado se sigue muriendo y eso que el período de floración de la María Mola ya pasó hace más de cuatro meses”

En Colonia Apóstoles, a pocos kilómetros de distancia del paraje Las Tunas, lugar donde se concentra al parecer el mal vacuno, uno de los ganaderos que también empezó a sufrir la muerte de sus animales se mostró totalmente en desacuerdo con las sospechas que manejan las autoridades del Senasa.

“No, no, eso no puede ser de ninguna manera. Entonces debió morirse todo el ganado, porque esa planta está por todos lados, pero de ninguna manera. Me parece que debería verse el tema de las vacunas contra la fiebre aftosa, muchos colonos coinciden en que son muchas las vacunas en los primeros años de los animales y hasta quizás no están con una buena cadena de frío”, argumentó Hugo Karabin, productor ganadero y también propietario de la única carnicería en varios cuantos kilómetros a la redonda.
“Yo ya perdí unos cinco animales, y si bien tenían los mismos síntomas que otros animales, los míos hasta nacieron como con el cuello torcido y caminaban duros... A otros animales se les están cayendo las orejas”.

El relato de Karabin se suma a lo detallado por el colono más afectado, Juan Zanek, que había asegurado que perdió en el último año y medio 70 animales, y en su caso, varias terneras o novillos nacieron ciegos.

El mismo colono dijo inclusive que los síntomas son que largan espuma por la boca, arremeten contra los seres humanos y mueren con sus órganos secos, como en el caso del hígado.

Tanto se oponen a creer que la María Mola sea la culpable de todo, que aseguran que “las flores de esa planta son elegidas por las abejas y sabemos que las abejas eligen lo mejor para su producción y  nunca nos enteramos que haya ocurrido algo con las abejas”, aseguró Zanek.

Zanek fue quien contó que sus animales empezaron a morirse unas dos semanas después de haber recibido la dosis contra la fiebre aftosa.

“Claro que puede perjudicar, pero lo que se hace con los animales afectados es tirarlos, porque se ponen a la venta y consumimos la carne sólo de los animales sanos. Además es evidente que algo les ocurre y pronto se mueren”, aseguró Karabin, quien como la mayoría de los colonos en la zona, es de  varias generaciones en el rubro. “Mi papá empezó con esto y ahora sigo yo, y nunca habíamos visto algo así”, afirma.

Juan José Boyesuk, delegado del Senasa en la localidad de Apóstoles, fue quien había detallado que “la intoxicación crónica provocó en los animales una directa afectación al hígado, es decir, les causó una cirrosis hepática. Pero hay que decir que el escenario es complejo y es muy difícil determinar con certeza cómo y con qué se intoxicaron, aunque en principio todo indicaría que se trataría de una planta, de una maleza que en la región es conocida como María Mola”

La semana pasada, otro productor, Juan Mantulak, expresó que los síntomas son “vientre prominente, tristeza, apartamiento de la manada y muerte. Ellos se agarran como una tristeza, se apartan de la manada y se mueren al lado de un arroyo o un lago”.
De la misma manera, Eduardo Pietro, quien vive entre Colonia Apóstoles y el paraje Las Tunas, se mostró extrañado por el simple hecho de que sus animales (perdió casi unos 60) se alejan de la manada y mueren cerca de los arroyos.

“Mi abuelo, mi padre y ahora yo, somos de generaciones de productores ganaderos y nunca había visto una cosa así. Yo no creo tampoco que sea culpable la María Mola, y si fuera como dicen los especialistas, de que la planta pudo haberse convertido en más tóxica, si fuera así, entonces no debió quedar ningún animal en la zona”.

El productor explicó que en cada autopsia practicada en los animales que fue perdiendo de manera sistemática en los últimos dos años, “se observa el hígado muy dañado, pero lo raro es que el líquido lo tienen por fuera de los órganos, por eso es como que se inflan y en un caso, según nos enteramos, en el interior del animal se encontró material similar a la vacuna contra la aftosa”.
Según estimaciones de los colonos tras la primera reunión que mantuvieron durante la semana pasada, la pérdida económica sería de hasta 2 millones de pesos, aunque esa valoración corresponde a una cantidad inferior de animales y no los más de 1.000 que ahora se cree es la cantidad de cabezas perdidas

Fuente: territoriodigital.com

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