Experiencias con ovnis en Yucatán

jueves, 13 de febrero de 2014
YUCATÁN.- Hace casi un año, publicamos en esta misma sección las fotos de ovnis que tomó el escritor yucateco Luis Veytia en el municipio de Conkal mientras se encontraba haciendo un reportaje en un albergue ubicado en esa población.

Ese caso tuvo repercusión nacional, sin embargo, esa no ha sido la única experiencia con “seres de otro mundo” que ha tenido Veytia, por lo que hoy, en la sección “Archivo Ovni” les presento los otros casos que ha visto:

El primero le ocurrió hace poco más de una década en Mérida: “Eran las 11:05 de la noche del año 2002, me encontraba caminando en la avenida Paseo de Montejo hacia la avenida Miguel Alemán, rumbo a mi casa".

"Mientras me dirigía a mi hogar, contemplaba lo despejado del cielo, debido a esto podía observar claramente las estrellas hasta que una de ellas llamó mi atención. Al ver el brillo de esta supuesta estrella que destacaba entre las otras, la contemplé fijamente y en ese instante hizo un movimiento vertical hacia abajo muy rápido, quedándose unos segundos estático para luego hacer otro movimiento horizontal hacia la derecha"

"Ahí se mantuvo durante varios minutos hasta que se deslizó hacia atrás y desapareció de mi vista, por supuesto que esto no se trataba de alguna estrella, en mi opinión había visto un artefacto volador y brilloso”, explicó.

Segundo caso
Posteriormente, tres años después en el 2005 vivió la impactante experiencia en Conkal en donde tuvo la fortuna de poder captar en fotos a las naves espaciales, lo que incluso hizo que su nombre sonara a nivel nacional:

“Después de esa segunda experiencia con ovnis, me contactaron varios grupos especializados en el tema, invitándome así a sus diversas conferencias y a ir a diferentes lugares de la República Mexicana donde comúnmente se dan este tipo de avistamientos, de las cuales acepté algunas de esas invitaciones”, agregó.

El tercer avistamiento
Un año después tuvo su tercer avistamiento: “era el 19 de marzo de 2006 a las 11:30 del día me encontraba en  uno de los ventanales de cristal de la planta alta del aeropuerto internacional de la ciudad de Mérida (ahí laboraba en ese entonces), cuya vista da a la plataforma donde se estacionan las aeronaves, tomé dos fotografías del avión privado que transportó de la isla de Japón a la península de Yucatán al príncipe heredero japonés, Naruhito, quien vino por razones de turismo a esta ciudad…”.

“Al archivar la fotografías en mi computadora descubrí que había dos objetos obscuros arriba del avión, al ampliar la fotografía en mi pantalla, me doy cuenta que están flotando una arriba de  la primera turbina del avión y la segunda en la parte anterior de la cola de la aeronave”.

La fotografía fue analizada por los mismos laboratorios que checaron las de Conkal dando como respuesta que son esferas de color negro, tratándose de una modalidad de Ovnis, que algunas personas han podido fotografiar o filmar en varias partes de la República Mexicana.

Su última experiencia Ovni ocurrió en el 2007: “Eran las 10 de la noche del mes de marzo, cuando en una calle localizada a un costado del parque del barrio de San Sebastián me encontraba haciendo un alto, mientras esperaba la luz verde del semáforo pude ver un artefacto volador redondo  con varias luces alrededor en la parte de abajo".

"Este objeto se encontraba aproximadamente a 300 metros  frente a mi automóvil, además se deslizaba de derecha a izquierda, volando a un nivel no muy alto sobre el techo de las casas; sin embargo, no fui el único en observar este fenómeno ya que durante varios días posteriores, algunas personas hicieron comentarios del mismo Ovni.

En  conclusión después de estas cuatro experiencias con los Objetos Voladores No Identificados es increíble que las personas nieguen la existencia de éstos, antes de negarla deberían investigar un poco sobre el tema, ya que creo que ellos sólo desean que tomemos conciencia de lo mal que tratamos a nuestro planeta tierra y de la desarmonía que estamos viviendo con la naturaleza”.

En definitiva Luis Veytia ha sido muy afortunado en que, a su corta edad (34 años), ya haya tenido cuatro experiencias de este tipo, cuando hay personas que en toda su vida jamás tienen la fortuna de ser testigos de un solo avistamiento.

Fuente: http://sipse.com/

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