Estudian extraño asteroide con colas

martes, 3 de diciembre de 2013
Los astrónomos han descubierto un objeto extraño que está expulsando parte de su masa como a través de un aspersor rotatorio. El astro se halla ahora en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter. El hallazgo plantea numerosos interrogantes.

Los asteroides normales aparecen simplemente como diminutos puntos de luz. Este extraño asteroide tiene seis colas de polvo, comparables a las de los cometas, que surgen desde él como los radios de una rueda.

"Es difícil creer que estamos viendo un asteroide", confiesa el investigador principal David Jewitt, profesor en el Departamento de Ciencias Terrestres y Espaciales de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y en el Departamento de Física y Astronomía de la misma universidad.

Una posible explicación para el enigmático fenómeno es que la velocidad de rotación del asteroide aumentó hasta el punto en el que material suelto de su superficie comenzó a volar cada vez más alto. Estas "erupciones" reiteradas de polvo expulsaron éste a suficiente distancia del astro como para formar las colas de tipo cometario que se ven ahora. El fenómeno pudo comenzar a manifestarse a partir de la primavera pasada.

El equipo ha descartado la hipótesis de un impacto reciente contra otro asteroide, porque una gran cantidad de polvo se habría expulsado al espacio de una sola vez. Este objeto, denominado P/2013 P5, ha expulsado polvo durante al menos cinco meses.

El asteroide fue visto por vez primera con el telescopio Pan-STARRS, en Hawái. Sus múltiples colas fueron descubiertas en imágenes tomadas por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA el 10 de septiembre de 2013. Cuando el Hubble volvió a observar al asteroide el 23 de septiembre, su aspecto había cambiado de manera radical.

"Eso nos dejó atónitos", confiesa Jewitt.

Si la velocidad de giro se volvió lo bastante rápida, la débil gravedad del asteroide dejó de ser capaz de mantener unida toda la materia del asteroide. El polvo pudo ser arrastrado hacia el ecuador del asteroide y finalmente ascender al espacio para formar una cola con cada escape de materia. Hasta ahora, el asteroide sólo ha perdido una pequeña fracción (quizás entre 100 a 1.000 toneladas de polvo) de su masa. El núcleo, con un diámetro aproximado de 400 metros (1.400 pies) es miles de veces más masivo.

El objeto sí podría ser un trozo de asteroide resultante de una colisión entre asteroides acaecida hace unos 200 millones de años. Los fragmentos resultantes de la colisión, conocidos como la familia de asteroides Flora, todavía están siguiendo órbitas similares. Los meteoritos provenientes de estos cuerpos muestran evidencias de haber sido calentados en el pasado hasta temperaturas de unos 800 grados centígrados.

En la investigación también han trabajado Jessica Agarwal del Instituto Max Planck en Alemania, Harold Weaver del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel, Maryland, Max Mutchler del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial en Baltimore, Maryland, y Stephen Larson de la Universidad de Arizona, estas tres últimas entidades en Estados Unidos.

Fuente: http://noticiasdelaciencia.com

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