2014 Año extraterrestre

martes, 17 de diciembre de 2013
Oficialmente desde 1947 (pero, según muchos testimonios, desde antes, aún desde la Prehistoria) el fenómeno de los ovnis (objeto volador no identificado) gana adeptos y detractores. A la broma y la chanza con que la gente escucha algunos relatos, a la frivolidad superficial de ciertos medios periodísticos, se opone el testimonio veraz, conmocionado de, hasta hoy, decenas de miles de testigos de todo el mundo así como los recursos, financieros, logísticos y humanos de gobiernos y Fuerzas Armadas de numerosos países (entre ellos la Argentina) que sostienen comisiones oficiales de investigación del fenómeno, las cuales, si bien no han arribado a hechos concluyentes, sugieren por su sola existencia y continuidad la preocupación de las altas esferas por la presencia de estos objetos, controlados al parecer inteligentemente.

En estos más de 60 años también han surgido numerosos grupos privados de investigación que, con mayor o menor suerte, han sobrevivido al paso de los años (o desaparecido rápidamente) acumulando frondosos archivos de testimonios, fotografías y videos. Pero también se ha afirmado que los resultados concluyentes parecen brillar por su ausencia, no tanto por la elusividad del ovni, sino por la (hasta ahora) carencia de una estrategia suficientemente agresiva de abordaje del problema.

Para llenar ese vacío se ha constituido en la ciudad de Paraná el 10 de diciembre el Instituto Planificador de Encuentros Cercanos (IPEC), organización civil sin fines de lucro cuya dirección me ha sido gentilmente otorgada (fundamentándose en los años de experiencia como ovnílogo, escritor especializado, disertante en congresos nacionales y extranjeros, etc.) y conformado por un centenar de investigadores de todo el mundo que serán coordinados por un Departamento de Recursos Humanos que tiene a partir de ahora su sede en esta ciudad (quienes deseen tomar contacto, pueden escribir a: ipec.argentina@yahoo.com.ar o visitar www.institutoplanificador.wordpress.com).

Desde aquí partirán también las directivas que seguirán y difundirán, multiplicándolas en sus ciudades, provincias o países de origen todos sus integrantes, tendientes a establecer, a partir del año entrante, un contacto directo con las inteligencias que operan detrás del fenómeno. Porque lo que hace radicalmente distinto al IPEC de todos los grupos civiles preexistentes en que no se tratará, simplemente, de recoger testimonios y muestras (cosa que, obviamente, también se hará) sino que elaborará tácticas para ir al encuentro del fenómeno, anticipándose al momento en que se produzca su aparición.

¿Cómo se logrará esto?

Coordinando, simultáneamente, el abordaje desde distintas áreas metodológicas. En efecto: hasta ahora los grupos de particulares (y en buena medida también los oficiales) actuaban “enrolados” en ciertas “teorías” previas que más bien parecen prejuicios: observación meramente científica, o estableciendo solamente puntos de guardia o “alerta ovni” para “cazarlos” intempestivamente, o buscaban personas que se dicen dotadas de especial sensibilidad o percepción extrasensorial para “captar” su presencia.

El IPEC está en camino de conformar equipos que trabajan en cada una de esas áreas (y otras más aún) pero que cruzarán información permanentemente y actuarán en el campo en conjunto y bajo una única coordinación. Esta hipótesis de trabajo la suponemos (además de su originalidad obvia) con altas probabilidades estadísticas de brindar respuestas a las grandes preguntas: ¿Qué son? ¿De dónde vienen? Y quizás la más importante: ¿A qué vienen?

Fuente: unoentrerios.com.ar

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