El hombre del piano

jueves, 27 de marzo de 2014
El joven que apareció desorientado en una playa al sur de Inglaterra.

Hace nueve años, el 7 de abril de 2005, en una playa de la Isla de Sheppey, al sur de Reino Unido, se produjo un misterioso suceso. Un joven de entre 20 y 30 años aparecía empapado en la orilla y totalmente perdido. El muchacho vestía de manera elegante, con traje oscuro y camisa blanca, no llevaba ninguna identificación –ni siquiera etiquetas en la ropa- y presentaba un aspecto sereno, aunque muy desorientado. Pero lo más insólito de esta aparición es que era incapaz de hablar y, por lo tanto, de explicar en qué circunstancias había llegado hasta aquella playa.

Fue trasladado al hospital de Medway, en el que ingresó sin mediar palabra con nadie y manifestando cierto temor ante la presencia de otras personas. Tras varias horas intentando obtener más información del joven, que físicamente se encontraba bien, éste utilizó el papel y el lápiz que le habían facilitado y dibujó una cruz y un piano de cola. Ante la posibilidad de que éste fuera un intento de comunicarse, los especialistas que se habían hecho cargo de él desde su ingreso en el hospital lo trasladaron a la capilla de la institución, en la que había un piano. A partir de aquí, las versiones son muy distintas.

Las primeras informaciones que se filtraron hablaban de un portento de la música. Un joven capaz de interpretar de memoria piezas complicadísimas y que a través del piano conseguía comunicar todo aquello que no podía expresar con palabras.

Pero la versión real es menos ‘romántica’. Al parecer, el muchacho únicamente tocaba incesantemente una misma tecla y solo en alguna ocasión interpretó una pieza más larga, pero con el nivel de un principiante. Con todo, no tardó en conocerse como ‘Piano Man’ –‘El hombre del piano’.

Durante algo más de cuatro meses, el joven permaneció mudo. Se mostraba tímido y reacio a relacionarse con otras personas y se limitaba a tocar y a escribir notas en hojas pentagramadas. Fue trasladado a una unidad de salud mental de otro centro hospitalario mientras las autoridades británicas estudiaban su posible relación con alguna orquesta europea, pero hasta la fecha no se había registrado ningún caso de desaparición. Puesto que la noticia ya era conocida en todo el mundo, no tardaron en aparecer sospechas sobre la supuesta identidad de ‘El hombre del piano’. Un músico callejero de Polonia, el ex integrante de una conocida banda de rock checa, un aspirante a sacerdote que se había estado alojando al norte de Italia… Y así hasta casi mil identidades diferentes, ninguna de ellas acertada.

Y es que el misterio se resolvería el 19 de agosto de 2005, el día en que ‘El hombre del piano’ decidió hablar. Andrea Grassl, joven de 20 años nacido en Baviera –Alemania- declaró haber viajado en el tren Eurostar desde Francia hasta Reino Unido tras perder su puesto de trabajo en París. No era músico, ni compositor, ni había formado nunca parte de una orquesta. Era, simplemente, un muchacho tímido que en sus primeras declaraciones tras el incidente reconoció dos cosas: que era homosexual y que había realizado ese viaje con la intención de suicidarse. Según el abogado de Grassl, que tras ser identificado y haberse contrastado su historia regresó a su localidad natal en Alemania, es que el joven había sufrido una crisis psicótica como consecuencia de las presiones ejercidas por su entorno por su condición homosexual y que no recordaba nada de lo que le había sucedido hasta llegar a la playa británica en la que apareció. Grassl, que no ha ofrecido nunca una entrevista, únicamente declaró que “de repente despertó y se dio cuenta de quién era en realidad”.

Fuente: ilustradordigital.es

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