Un exoplaneta llamado Gj 1214b

viernes, 3 de enero de 2014
Para saber si podría haber vida en un exoplaneta lo primero que estudian los científicos es su atmósfera y su clima. Y en uno de ellos el pronóstico no podría ser peor: hoy nublado, mañana nublado y en los próximos días, semanas, meses…. continuará nublado.

Para los que estamos padeciendo los rigores del invierno con la nieve, el viento y el frío del hemisferio norte el pronóstico es deprimente, una receta para el suicidio, diría alguno.

Desde hace varios años los exoplanetas se han convertido en el foco central de la astronomía porque se cree que en ellos podría haber algún tipo de actividad biológica similar a la de la Tierra.

Pero aparte de determinar la existencia de al menos medio millar de ellos en la Vía Láctea, los astrónomos cuentan con muy poca información sobre sus condiciones. En general se desconoce si son cuerpos sólidos o gaseosos o si tienen o no atmósfera.

Pero el misterio se ha desvelado al menos parcialmente en lo que se refiere al exoplaneta Gj 1214b, el cual a 40 años luz de distancia es considerado una “super Tierra” por cuanto tiene una masa superior a la de nuestro planeta pero inferior a la de Neptuno.

Los científicos solo habían logrado determinar que el Gj 1214b tiene atmósfera aunque desconocían si estaba compuesta por vapor de agua, otro tipo de moléculas pesadas, o simplemente nubes a gran altura que impedían observar su superficie.

Pero ahora, mediante el telescopio espacial Hubble, los investigadores del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Chicago, han desvelado el misterio y señalan que, en efecto, se trata de nubes y que su descubrimiento es un paso más en la búsqueda de un planeta parecido a la Tierra.

El descubrimiento se logró tras el análisis de 96 horas de observación al Gj 1214b durante 11 meses en lo que constituye el mayor tiempo dedicado al estudio de un solo exoplaneta, según un informe de la investigación publicado en la revista Nature.

“Hemos empujado los límites de lo que era posible con el Hubble. Este avance será la base para la identificación” de otros planetas similares a la Tierra, manifiesta Laura Kreidberg, miembro del equipo de astrónomos de la Universidad de Chicago que estudió al exoplaneta mediante el análisis infrarrojo de su luz.

Pero no se trata de un paso gigantesco, es más bien un pasito, por cuanto no se sabe cuáles son los elementos que componen esas nubes que cubren a Gj 1214b, el cual pasa frente a su sol cada 38 horas.

Lo que es peor, los modelos creados para determinar posibles atmósferas en los exoplanetas indican que el Gj 1214b podría albergar compuestos “nada amistosos” para la creación de vida como cloruro de potasio o sulfato de zinc con una temperatura reinante de ardientes 232 grados Celsius, dice Kreidberg.

El Hubble ha sido un elemento crucial en el descubrimiento de los exoplanetas pero muy pronto será dado de baja para ser sustituido por el Telescopio Espacial James Webb (JWST) que será lanzado en la próxima década, según los planes de la NASA.

Y las esperanzas que se han cifrado en el trabajo del nuevo observatorio van mucho más allá de las que se crearon con el Hubble y que han sido superadas con creces durante sus más de dos décadas de funcionamiento.

“Este telescopio, el JWST, nos permitirá escudriñar a través de las nubes de exoplanetas como el Gj 1214b. Y más que eso, nos abrirá la puerta a estudios de planetas similares a la Tierra que giran en torno a otras estrellas cercanas”, manifiesta Kreidberg con inocultable optimismo.

Así es que para el Gj 1214b el pronóstico meteorológico seguirá siendo de “nublado” al menos durante los próximos diez años. Después de ese lapso, es posible que sea más optimista y logremos saber algo más de su misteriosa naturaleza.

 Fuente: efefuturo.com

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